martes, 3 de marzo de 2009

"La Internet de las Cosas"

En los últimos años viene sonando muy fuerte en la red el concepto de Ambient Intelligence (AmI), si bien últimamente se está evolucionando más hacia el área o término "The Internet of Things", conocido en castellano como "La Internet de las Cosas". Se refiere a objetos de la vida cotidiana que actúan e interactúan de alguna manera con los usuarios e Internet: plantas que piden ser regadas vía Twitter, despertadores conectados a Internet que te bajan las noticias más frescas del día de forma totalmente personalizada, juguetes con forma de conejo amigable que te dicen de viva voz y moviendo las orejas si tus acciones de Bolsa han bajado o si va a llover, etc. Está claro que nos (nosotros y los objetos) dirigimos hacia un mundo totalmente conectado, por mucho que yo no acabe de verlo ;-).

Si todos estos ejemplos que he comentado son ejemplos reales que ya se comercializan, en gran medida esta "explosión" ha sido posible gracias al increible nivel de miniaturización que se ha logrado durante los últimos años en materia de microsensores y microdispositivos. Aún así, queda un largo camino por recorrer, camino en el que las nanotecnologías y por tanto, los nanosensores, van a tener mucho que decir...

Es una temática, ésta de los objetos conectados a Internet, que me apasiona, a la vez que me resulta útil y ciertamente graciosa. Pensar hace unos años que objetos de nuestra vida cotidiana podían estar conectados a Internet e iban a ser capaces de "razonar" y realizar acciones de forma más o menos "inteligente" era un quimera. Nadie se imaginaba que un microdispositivo integrado en un juguete, en base a un mix inteligente de información obtenida tanto de Internet como del propio usuario (por ejemplo, su estado de ánimo), podría interactuar con los usuarios de forma no intrusiva y hacerles las vida más fácil. Desde luego, ¡qué poca fé tenemos a veces! ;-)

Es así, Internet forma ya desde hace tiempo parte de nuestras vidas, pero como se puede comprobar, no se quiere limitar su uso a una mera navegación desde PC o dispositivo móvil. Se quiere ir mucho más allá, aceptando e interiorizando Internet a través de objetos de nuestro entorno. De hecho, ya sea por la estresada vida que llevamos algun@s y la consiguiente falta de tiempo o por lo comodones que nos hemos hecho, estamos entrando en una dinámica en la que nos fiamos y confiamos en que los objetos de nuestro entorno tomen ciertas decisiones por nosotros. Sí, suena a chiste futurista (de manicomio) el que delegamos nuestra toma de decisiones, no a una máquina o PC, ¡sino a un peluche! Sin embargo, la realidad se plasma en objetos que se comunican de forma no intrusiva con nosotros, con la red, con el entorno, entre ellos..., objetos que sin molestarnos para nada, "razonan" por nosotros y actúan en consecuencia. Incredible but true...

¿Cómo veis esta más que próxima invasión de objetos inteligentes conectados a Internet? ¿Os veis levantándoos de la cama con un despertador inteligente que te lee las entradas de tu blog o periódico favorito mientras apuras ese último minuto de sueño? Ese dispositivo que te pone de mal humor diciéndote que vuelve a llover en Eibar, y por tanto, te señala en el armario posibles combinaciones de ropa de abrigo y te recuerda no olvidarte del paraguas al salir de casa..., ¿aceptaremos eso? Yo sí, soy de los que siempre me olvido el paraguas ;-). Éste quizás sólo sea el primer paso..., ¿el siguiente serán los robots?

SaludoX.


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