lunes, 9 de marzo de 2009

Rectificar era de sabios

Tod@s somos humanos, luego tod@s cometemos errores alguna vez. No se libra ni Dios de esos pequeños fallos que te pueden amargar el día y bajar tu ego hasta el mismísimo subsuelo. Sin embargo, no es el fin del mundo, hay que saber darle la vuelta a la situación. De hecho, es tan fácil como admitir que nos hemos equivocado, hacer o deshacer los cambios pertinentes en aquello que está mal y no olvidarnos de dar las gracias a la persona que ha visto la errata o nos ha corregido.

Ése es el simple flujo de proceso normal tras detectarse uno de los tantos errores presentes en nuestra vida cotidiana, workflow que también se repite en los errores que vemos día sí y día también online, en Internet.

No creáis que voy a hablar ahora de bugs, vulnerabilidades de seguridad u otros errores de sitios web, hoy en este post me voy a referir a los errores más comunes, los errores "de toda la vida", los errores de texto, de escritura, also known as erratas. El eco que puede tener una errata es sin duda directamente proporcional a la audiencia o visitas que tiene tu web. En mi caso particular, alguna vez algún lector bien aplicado sí se ha dado cuenta de mi traspiés y me han corregido (¡bien hecho!), otr@s directamente piensan "¡qué paquete es escribiendo el Lonifasiko éste!" y cierran la pestaña; otr@s, ven el error, pero por el contexto del post lo ignoran porque advierten que me he colao sin querer, mientras que los más despistados, al igual que yo ;-), no advierten la errata. Todo este rollazo es para deciros que en este blog, los errores o erratas que se me cuelan no tienen mucha repercusión, por lo menos no más allá de alguna carcajada de mis lectores.

Pero..., ¿y en un periódico online que leen a diario miles de personas? Ahí sí que no hay piedad, los errores, erratas y demás confusiones pasan factura, pudiendo traducirse en pérdida de lectores y lo que es más grave, pérdida de credibilidad, lo peor que le puede pasar a un medio de comunicación. Empiezo a meter el dedo en la llaga...

Sin citar el nombre del periódico online al que me voy a referir en el resto del post, he de decir que en el último mes he descubierto por accidente, casualidades de la red, un par de errores importantes en un periódico provincial con importante presencia en la red, y hasta aquí puedo leer. Cuando digo "importantes", me refiero sobre todo al último, en el que se publicaba el nombre erróneo de un joven fallecido en accidente de montaña por el que se iba a celebrar un funeral, noticia inoportuna donde las haya para meter la pata...

En seguida vi que era una errata, llevaban hablando varios días del desgraciado accidente, y habían repetido el nombre del desafortunado joven mil y una veces. Además, lo más rocambolesco de todo era que el nombre aparecía mal "sólo" en el título de la noticia, luego en el texto de la misma, el nombre del fallecido era correcto. Claramente, el redactor de la noticia se había confundido, como otras tantas veces nos confundimos los demás. "Espero que no le siente mal, pero me siento en el deber moral de notificar al periódico del error mediante el botón 'Rectificar' de la web" pensé. Para eso está ahí, ¿no?


Lógicamente, por temas de seguridad y spam, no vuelven a publicar cualquier noticia rectificada por los usuarios sin antes echarle un vistazo a la rectificación. Supongo que harán un filtro, comprobarán que se trata realmente de una errata, y si es así, cambio, republicación de la noticia y pista. Buen sistema, sí señor, participación ciudadana a muerte, como debe ser. ¡Vamos allá!

Escribo mi nombre (que no mi mote ;-)), doy el e-mail, comento educadamente que creo que se han confundido al dar el nombre del fallecido, y pulso suspirando el botón "Enviar", tras lo cual sale el típico messagebox de "rectificación enviada". Estaba contento, creo que ese día fui un buen samaritano, la causa, como otras muchas, bien lo merecía, yo simplemente aporté mi granito de arena, pasaba por allí...

Esto ocurrió por la mañana, por curiosidad, volví a acceder a la página de la errata a la tarde-noche del mismo día. Sin cambios, la errata seguía allí, además, otro tema que no me había fijado: la URL amigablemente generada por el CMS de turno también contenía la errata del nombre, estando lógicamente más que indexada por GHG y sus secuaces. "Se les habrá ido la olla" pensé; "ya lo cambiarán cuando tengan algo de tiempo, seguro que reciben muchas rectificaciones al día". El caso es que hoy, tres semanas y pico despúes, la errata sigue ahí, no han sido capaces de cambiar un nombre de dos sílabas. ¿Restricción del CMS? Lo dudo...

Como bien podéis imaginar, si no han rectificado la noticia, sobra decir que tampoco me han enviado un mail agradeciendo mi buena fé o explicando los motivos de la no rectificación. No pasa nada, mi conclusión tras esta experiencia hubiese sido: "seguro que el/la encargad@ de esta sección de noticias andará a tope y se le habrá pasado rectificar la noticia". Sin embargo, digo "hubiese sido", porque realmente no pienso así. No voy a criticar que hayan escrito mal el nombre de un difunto, pero quiero desde aquí criticar que el sistema de rectificaciones que tiene este periódico no debe funcionar muy bien o directamente no le hacen mucho caso. Lo digo con conocimiento de causa, no sólo por esta rectificación no tenida en cuenta, sino porque en el pasado ya he realizado alguna otra rectificación de la que estaba 110% seguro, y no se ha tenido en cuenta. Por tanto, lo de este periódico no es otra cosa que pura dejadez.

No estoy pidiendo ni mucho menos que me agradezcan por mail haberles hecho una rectificación (aunque una respuesta automática tampoco cuesta tanto...), un currelo que a priori les corresponde a ellos, que para eso son los profesionales. Estoy pidiendo simplemente que si dan la opción de rectificar noticias, si de verdad creen en la buena fé de los usuarios, tengan en cuenta las rectificaciones enviadas por estos; si no les van a hacer ni caso, es mejor que quiten el enlace correspondiente, nos ahorraremos trabajo y disgustos tod@s.

Estas pequeñas tonterías son las que desmotivan a los usuarios, las que quitan la ilusión de compartir y colaborar con "tu periódico", las que tras unas cuantas experiencias negativas de este tipo, hacen que incluso te plantees si ese periódico que lees habitualmente y con el que te sentías un "reportero de la calle", merece seguir estando en tus "Marcadores". Desde luego yo no pienso enviar ni una rectificación más, al menos, en una buena temporada.

Antes, en los tiempos en los que no había Internet, se decía que rectificar era de sabios...¿y ahora?

SaludoX.


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